¿ARTE O VANDALISMO?, EL GRAFFITI TOMA LAS CALLES Y PROVOCA POLÉMICA
No estamos hablando de las personas que sin piedad rayan los lugares públicos con groserías, ni de que con una lata de spray escriben “Pedro y Ana” en la pared del vecino.
Nos referimos a los muros pintados con colores extravagantes, a los dibujos complicados y estéticos que admira la gente mientras camina por la calle, a las críticas sociales plasmadas en una pared.
En pocas palabras, hablamos del arte callejero denominado “Graffiti”.
La palabra, proviene del termino italiano “sgraffiti” que significa dibujo o garabato sobre una superficie plana, y del griego “graphein” que significa escribir.
El graffiti es una manifestación que provoca polémica en cualquier ciudad. ¿Expresión artística o vandalismo? Dos conceptos demasiado alejados uno del otro y sin embargo, mezclados al referirse al arte callejero.
Hay quienes piensan que estas expresiones artísticas comenzaron durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis y la resistencia pintaban mensajes en la calle exteriorizando su ideología. Otros más, creen que todo empezó desde de la época cavernaria, cuando el hombre se expresaba únicamente por medio de grabados en las paredes.
Sin embargo, el graffiti que se conoce hoy en día, empezó a desarrollarse a finales de los setenta en Nueva York y Filadelfia. Más específicamente, en las estaciones de metro de estas dos ciudades, donde era fácil que la gente lo notara.
Desde ese momento el fenómeno se ha esparcido por todo el mundo, influenciando principalmente a jóvenes dispuestos a criticar, cuestionar y exigir libertad para expresar sus ideas y sensaciones.
Sus defensores constantemente repiten que no son rayones hechos al azar. Son dibujos con una idea específica y técnicas propias. El “tag” por ejemplo, se refiere a las siglas o nombres; mientras que las “piezas” son obras más elaboradas y complejas en color y forma.
Se dice que el anonimato es una característica del dibujante callejero, no obstante varios artistas (ahora reconocidos) han ganado fama al llevar esta expresión a un nivel más allá del vandalismo urbano.
De la calle a las salas de arte
Michael Martin (Iz The Wiz) es reconocido por los estampados que dibujaba en las estaciones de metro de Nueva York. Con un estilo que lo convirtió en leyenda, Martin consiguió que sus trabajos aparecieran en videojuegos como “The Warriors” y “Getting Up”
Por su parte, Sigi Von Koeding (Dare) fue un dibujante suizo que se interesó en el graffiti al ver una fotografía de las estaciones de metro en Nueva York. Durante su vida, “Dare” realizó diversos trabajos artísticos, pero fue el graffiti el que lo consagró como uno de los mayores exponentes en Europa.
Otra artista que debemos mencionar es Vanessa Castex (Miss Van), una dibujante francesa que fue reconocida por sus grabados feministas, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en adquirir fama dentro de esta cultura urbana, según sus propias palabras “La calle es una buena experiencia para no tener miedo, para atreverse y tener adrenalina, pintar con presión. Es mucho menos aburrido”.
Sin embargo, quien marcó la pauta para que el arte callejero entrara a los museos, fue Keith Haring en 1982, dirigiendo una exposición en la galería Tony Shafrazi de Nueva York. Inspirándose en dibujos animados, Haring se distinguió por sus graffitis de tiza blanca sobre fondo negro y su trabajo en la iconografía. Su obra más notable está pintada sobre el muro de Berlín.
Hoy en día, la fiebre del graffiti no ha disminuido. Miles de artistas contemporáneos han logrado ser reconocidos en el campo del arte callejero, especializándose sobre todo en el graffiti 3D.
Este método fue visto por primera vez a principios de los setenta, cuando “Pistol 1” (un escritor de Brooklyn) grabó su nombre con letras tridimensionales en un metro de Nueva York. Pero, fue hasta esta década cuando la técnica del 3D adquirió más peso.
Uno de los graffiteros más destacados de nuestra época que se especializó en el arte tridimensional, es “Daim”. Sus obras están presentes en campañas publicitarias de MTV, Adidas y Levi’s.
Pero, si hay alguien que logró llevar el graffiti moderno a un nuevo nivel, es “Peeta”: Un dibujante italiano que se especializa en simular volumen y textura en las pinturas. Muchos lo consideran el maestro del graffiti tridimensional.
Dejando a un lado las latas de spray, nos encontramos a Julian Beever, otro artista contemporáneo cuya pasión son los graffitis a base de tiza. Aunque es reconocido a nivel internacional, sus obras no se limitan a las galerías y bien puede encontrarse pintando en la calle sin recibir ningún tipo de beneficio económico. Según sus propias palabras “el arte es para cualquiera, no solamente para los técnicos, historiadores o expertos”.
¿Ilegal o no?
La pintura en aerosol se inventó en 1949 por Edward H. Seymour. Seguramente, él jamás imaginó que aquel sería un instrumento para expresarse, comunicarse e incluso, hacer arte. Lo más probable es que jamás pensara en las polémicas discusiones que ocasionaría su creación.
Por que claro, como todo arte callejero, el graffiti causa polémica.
Los que están en contra opinan que el graffiti es un daño grave a propiedad privada y por lo tanto, un crimen que merece castigo. Los que están a favor alegan que si un terreno está abandonado o si el dueño ha otorgado el permiso, entonces no tiene nada de malo, no afecta a la sociedad.
Recordemos que el arte es subjetivo. Lo que para algunos es una obra maestra, para otros son solo simples garabatos.
Pero si una pintura de graffiti puede provocar sensaciones, desahogar ideas y cautivar al público, entonces definitivamente merece reconocimiento.
Los mejores de acuerdo al diario inglés The Guardian estos son los mejores graffitis del mundo.
Sam 3 (España), Murcia, España.
Banksy (Inglaterra), Los Ángeles, Estados Unidos.
Blu (Italia) y Os Gemeos (Brasil), Lisboa, Portugal.
Os Gemeos, Nina Pandolfo y Nunca (Brasil), Escocia.
JR (Francia), Rio de Janeiro, Brasil.
Steve Powers (EUA), Philadelphia, Estados Unidos.
Swoon (EUA), Bethlehem, Palestina.
Jenny Holzer (EUA), Nueva York, Estados Unidos.
Keith Haring (USA), Nueva York, Estados Unidos.
Tomado de : elsiglodetorreon
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